lunes, 20 de junio de 2022

Censura y bibliotecas escolares

Viñetas del cómic 'Maus', de Art Spiegelman.

 Desde ciertos sectores políticos conservadores españoles se han reactivado, en la actualidad, las denuncias de la utilización en las aulas de libros "adoctrinadores" en torno a cuestiones como el género, el racismo o el sexo. Como ha señalado Ramón Soriano, "la escuela pública manifiesta, a diferencia de la privada, un claro pluralismo ideológico de los docentes- también en aspectos morales-, que se proyecta sobre el alumnado. No hay ideario privado del centro, al que tengan que sujetarse los docentes. El único ideario es la Constitución y las normas jurídicas".

Este veto conservador a los libros en las aulas parece venir de los Estados Unidos de América (Amanda Mars, "Carta blanca al veto conservador a los libros", El País, 20/02/2022), donde organizaciones de padres como No left turn in Education (No a un giro a la izquierda en educación) o Moms for Liberty (Madres por la libertad) denuncian el contenido sexual y de temática racial de libros como Maus, Fun Home, Beloved o El cuento de la criada (que podéis consultar en nuestra biblioteca). "En Oklahoma, los republicanos habían introducido en el Senado una ley que concede a los padres el poder de vetar en las escuelas libros enfocados en “el estudio del sexo, las preferencias sexuales, la actividad sexual, la perversión sexual, la identidad sexual” y un largo etcétera sexual “que cualquier padre o tutor legal razonable preferiría saber antes de exponerlo a su hijo”. Y los padres podrían reclamar hasta 10.000 dólares en concepto de “daños” por cada día que el título en cuestión se mantuviera tras solicitarlo".

 La Oficina por la Libertad Intelectual de la Asociación de Bibliotecas de Estados Unidos (ALA, en sus siglas en inglés) nació en 1967 y no ha visto un alud de denuncias como el actual.

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