jueves, 22 de marzo de 2018

Libro recomendado del mes: "La hija de la guerra y la madre de la patria" (R. Sánchez Ferlosio)

  Entre las interesantes reflexiones que recoge el libro La hija de la guerra y la madre de la patria (Barcelona, Destino, 2002), quisiéramos destacar una conferencia que su autor, el escritor Rafael Sánchez Ferlosio, dio en un Instituto de Coria. En ella, recuerda que precisamente la enseñanza es, en grado máximo, uno de esos ámbitos de vida pública que el neoliberalismo dominante ve con tanta prevención (con la excusa de tratar de liberar a los individuos del carácter "dirigista" del Estado). Por ello, estos neoliberales confunden la "libertad de enseñanza" con el derecho de los padres a elegir el colegio que les parezca conveniente para sus hijos (desde sus supuestos derechos como contribuyentes y consumidores).

También critica Sánchez Ferlosio la "aspiración a la excelencia" en cuyo espejo se complace el individualismo liberal (algo que une a otras virtudes como "el afán de superación" o el viejo y cristiano "espíritu de sacrificio" o, en términos más modernos, "cultura del esfuerzo"). Por el contrario, frente a este espíritu competitivo, y respecto a las notas, Sánchez Ferlosio defiende que las calificaciones deberían dejar de ser evaluativas y reducirse a "aprobado" y "suspenso", evitando que la especificidad de cada conocimiento se difumine en la función instrumental de comparar personas: "Humano no es medirse con los otros hombres, sino ocuparse de las cosas".

Otro aspecto polémico es el del papel de las familias, "clientes" y "consumidoras" de ese servicio crecientemente privatizado que es la educación. La tutela familiar, como señala Sánchez Ferlosio, no debería extenderse sobre los niños en el ámbito público de la enseñanza, actuando "a la manera de una rémora que le impide (al niño) hacerse verdadero protagonista autorresponsable de su propio interés por los contenidos de las cosas que podían aprender". Se puede así producir un feroz "contubernio entre profesores y familias sobre las cabezas de los niños". Como también ha señalado Fernando Savater, la escuela en ocasiones también nos libera de nuestras familias. Desde la Administración educativa se insiste en la participación e implicación de las familias en la educación, se crean incluso escuelas de padres, padres-tutores de aula... Pero no existe ningún interés en la participación del alumnado. Se abre la escuela a la empresa, pero se cierra a otras organizaciones sociales como las asociaciones vecinales o los sindicatos.

También denuncia Sánchez Ferlosio la "educación personalizada" que tanto publicita la escuela de pago y que tienden a imitar los actuales "gestores" de la escuela pública. Pero los fines de la enseñanza, de los conocimientos que trata transmitir, residen en una radical y absoluta impersonalidad, su índole indistintamente válida para todo el común de los mortales. Unos conocimientos que, en el proceso de burocratización al que los somete la ortopedia administrativa, su homologación, reglamentación y unificación, acaban sufriendo grandes destrozos. 

Por último, Sánchez Ferlosio trata de "esa degenerada infraespecie del género Libro conocida como libro de texto" frente al que defiende el uso de monografías como procedimiento de iniciación. Frente al compendio ya digerido de los contenidos de la asignatura, Sánchez Ferlosio defiende "un conocimiento empírico, accesible a los sentidos y a la imaginación, enteramente envuelto en las circunstancias contingentes de su propio acceso y el avanzar de las averiguaciones, impregnado en la concreción de los más menudos datos de su tiempo, su espacio, sus gentes, sus lugares...".

Carta a un profesor sin guía didáctica. Fragmento de "El Profesor", de Franz McCourt

Carta a un profesor sin guía didáctica

Estimado Sr. McCourt:
 Cuando entré en su aula el día 2 de marzo, sus estudiantes estaban cantando -de manera bastante ruidosa y molesta, puedo añadir- un potpurrí de canciones infantiles. Usted los dirigía de una canción a otra sin hacer pausas para la elucidación, la exploración, la justificación, el análisis. De hecho, esta actividad no parecía tener ningún contexto, ningún propósito.
Un profesor de su experiencia podría haber advertido, sin duda, cuántos estudiantes iban ataviados con ropa deportiva, cuántos estaban recostados en sus asientos sacando las piernas al pasillo. No parecía que ninguno tuviera cuaderno ni instrucciones para usarlo. Se dará cuenta usted de que el cuaderno es la herramienta básica de cualquier estudiante de Lengua Inglesa de secundaria, y el profesor o profesora que descuida el uso de esa herramienta está desatendiendo sus obligaciones.
Lamentablemente, en la pizarra no había nada que indicara el tema de la lección del día. A esto puede deberse el hecho de que los cuadernos estuvieran ociosos en las carteras de los estudiantes.
Haciendo uso de mis derechos como vicesuperintendente adjunto de Pedagogía, tras el fin de la sesión interrogué a algunos de sus alumnos sobre el aprendizaje que pudieran haber sacado en limpio aquel día. Me respondieron una vaguedad rayana en el desconcierto, sin tener la menor idea de cuál había sido el propósito de esa actividad de canto. Uno dijo que se había divertido, y el comentario es válido, pero sin duda el propósito de la educación secundaria no es ése.
Sintiéndolo mucho, tendré que trasladar mis observaciones al superintendente adjunto de Pedagogía en persona, quien sin duda informará a la superintendente de Pedagogía misma. Es posible que reciba usted una citación para presentarse ante el Consejo de Educación. En tal caso, tiene derecho a acudir acompañado de un representante sindical y/o de un abogado.
                                                                                  Atentamente,
                                                                                  Montague Wilkinson III.

(Franz McCourt, El profesor, 2011). Disponible en nuestra biblioteca.

sábado, 3 de marzo de 2018

Poesía a pie de calle

Poesía a pie de calle es una colección mural de poesía universal de todos los tiempos. A esta iniciativa, que edita desde el 2010 la Asociación Cultural La Zagüía, se sumaron desde 2013 otros colectivos amigos (la librería madrileña La Casquería, la librería Bakakai de Granada, La Fuga librerías de Sevilla, la editorial Libros de la Herida, el colectivo de agitación cultural La Palabra Itinerante y Cambalache), colaborando en la edición de doce carteles-poema cada año. 
Puedes leer o imprimir algunos de estos carteles-poemas en el blog de la Asociación Cultural La Zagüía. Os dejamos con dos ejemplos:

viernes, 2 de marzo de 2018

Cuando el libro se hace cuerpo (y amor de contacto)

COMO LIBROS

Quiero decirte que he leído

y sé enteras

las páginas aún sueltas, temblorosas, de tu libro

-un prólogo candente-

y confesarte que he soñado también las escondidas

que aún guardas cerradas

y crees intactas

Quiero decir que quedan muchas páginas en blanco

aún por escribir de puño y letra

donde insertar los pies de las figuras

nuestras siluetas

en cuerpo a cuerpo denso

y boca a boca

Quiero deletrear despacio tu mirada

puntuar tu risa

poner constantemente el dedo en tus acentos

-aún más que circunflejos, circulares-

para atajar los circunloquios

los cenagosos puntos suspensivos

y despoblarte así cada interrogación y cada niebla