Este año se recuerdan los 100 años del final de una de las guerras más atroces de nuestra historia: la I Guerra Mundial (1914-1918).
En sus comienzos se exaltaron los sentimientos nacionalistas de gran parte de la población europea, que soñaba con una guerra corta y triunfal, pero el barro y las trincheras la prolongaron cuatro largos y horribles años.
Hubo, no obstante, voces críticas, incluso en los momentos de mayor exaltación nacionalista, donde declararse pacifista era ser sospechoso de traición. En la llamada Conferencia de Zimmerwald, treinta y ocho delegados de diferentes países de Europa se reunieron para denunciar la guerra. Estos delegados representaban a grupos socialistas opuestos a los partidos oficiales que -como el SPD alemán o la SFIO francés- apoyaban la entrada en la guerra de sus respectivos países. Los delegados denunciaron la guerra en un manifiesto que proclamaba:
« Après un an de massacre, le caractère nettement impérialiste de la guerre s'est de plus en plus affirmé ; c'est la preuve qu'elle a ses causes dans la politique impérialiste et coloniale de tous les gouvernements, qui resteront responsables du déchaînement de ce carnage».
« Il faut entreprendre cette lutte pour la paix, pour la paix sans annexions ni indemnités de guerre. Mais une telle paix n'est possible qu'à condition de condamner toute pensée de violation des droits et des libertés des peuples».
Bande annonce de "Putain de guerre" de Jacques Tardi.
En la página de La web pédagogique puedes leer un fragmento del cómic Tardi. Para conocer otros cómics en francés sobre esta temática, puedes pinchar en La première guerre mondiale dans la bande dessinée.
No hay comentarios:
Publicar un comentario